El padre Henri Caffarel escribió :

Los Esfuerzos, por tanto, son bastante exigentes. Exigen un esfuerzo individual y de pareja: un esfuerzo de discernimiento, de creatividad y de fidelidad que abarca todo nuestro ser; un esfuerzo al que asentimos interiormente, no que se nos impone desde fuera; un esfuerzo que comienza por la aceptación de unas exigencias mínimas.

Son llamadas a extendernos aún más. Nos abren la posibilidad de realizar por nosotros mismos un verdadero encuentro en nuestra vida con Nuestro Señor, que es el punto de partida de la verdadera conversión.

La decisión de hacer de los Puntos de Esfuerzo Concreto parte de la propia vida nace del corazón y es un esfuerzo específico de la voluntad. Los Esfuerzos son instrumentos destinados a suscitar en nosotros actitudes que, poco a poco, nos conduzcan hacia un estilo de vida más cristiano. No son fines en sí mismos, ni obligaciones que cumplir.

1. LA ESCUCHA REGULAR DE LA PALABRA DE DIOS

La lectura regular de la Palabra permite a los miembros del equipo, no sólo conocer a Dios, sino sobre todo arraigarse más profundamente en el Evangelio. Hace que cada cónyuge entre en contacto directo con la persona de Cristo. Este contacto personal es el pilar de toda vida espiritual, ya que «la ignorancia de la Escritura es ignorancia de Cristo». (San Juan Pablo II)
Los Equipos de Nuestra Señora invitan a cada miembro a leer regularmente la Palabra de Dios, dedicando tiempo a la lectura de un pasaje de la Biblia, especialmente de los Evangelios, y meditándolo en silencio para comprender mejor lo que Dios nos dice a través de la Escritura.

2. ORACIÓN PERSONAL DIARIA

Estamos llamados a dedicar tiempo al Señor, a tener un momento de intimidad con Él y a vivir en su presencia. La oración diaria desarrolla en nosotros la capacidad de escuchar a Dios. Significa dedicar tiempo a estar a solas con Dios, que nos ama. Es un tiempo de escucha silenciosa de Dios «corazón a corazón», de descubrimiento y de acogida del plan de Dios para nosotros. No hay reglas rígidas para rezar: cada persona decide lo que es apropiado para ella en términos de cuándo, dónde y cómo. Lo que parece más importante para desarrollar esta unión profunda con Dios es la perseverancia y la regularidad.

3. ORACIÓN CONYUGAL Y FAMILIAR

Cristo está presente de un modo muy especial cuando la pareja reza unida. La oración conyugal se convierte en la expresión común de dos oraciones individuales y debería surgir naturalmente de una vida compartida juntos. Si el marido y la mujer tienen cada uno su propio estilo de oración, es importante que intenten desarrollar un modo común de rezar, para descubrir y experimentar una nueva dimensión de su vida conyugal.

Cuando hay hijos, es importante reservar un tiempo especial para la oración en familia. El hogar es el primer lugar de aprendizaje para los niños. Corresponde a los padres transmitirles la fe y hacer del hogar un lugar donde se sientan a gusto con la oración.

4. SENTADA MENSUAL

La Sentada es simplemente un período de tiempo reservado por una pareja cada mes, que pasa en un ambiente tranquilo, en presencia de Dios, examinando su vida en común. Hoy en día, con la velocidad y la agitación de un estilo de vida ajetreado, es esencial que nos dediquemos tiempo el uno al otro. Es vital que nos sentemos, nos miremos de cerca a nosotros mismos y a nuestro matrimonio, que recordemos el ideal que nos unió y, por último, que recemos para que nos guíe.

5. REGLA DE VIDA

La Regla de Vida es un Esfuerzo que permite y estimula la revisión personal de aquellos aspectos de nuestra vida que debemos cambiar o mejorar. Al igual que los demás Esfuerzos, nos lleva en la dirección del crecimiento espiritual y personal. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los Esfuerzos, la Regla de vida se refiere más particularmente a cada persona de la pareja. La Regla de Vida no es un objetivo alcanzable en sí mismo, sino un medio, una herramienta para ayudarnos a avanzar. Debe ser razonable y accesible, al mismo tiempo que exigente, pero vinculada a lo que es verdaderamente esencial en nuestra vida.

Así pues, si la Regla de vida tiene como objetivo hacer progresar la vida cristiana, debemos esforzarnos en tres ámbitos:

  • Liberarnos (¿de qué?);
  • alimentarnos (¿con qué?);
  • disciplinarnos (¿en qué?).

«Para elaborar una Regla de Vida, primero debemos conocernos a nosotros mismos, nuestras debilidades y heridas, los puntos en los que tenemos que trabajar. Los demás pueden ayudarnos a elegir esta regla. ¿Qué mejor manera de evitar engañarnos a nosotros mismos? Por supuesto, un viaje espiritual no avanza con suavidad ni regularidad. Más bien, a menudo tenemos que detenernos y «orientarnos» para volver a emprender el camino en la dirección correcta. Por eso debemos revisar periódicamente nuestra Regla de Vida». (Álvaro y Mercedes Gómez-Ferrer) » (Mc 6, 31).

6. RETIRO ANUAL

Se anima a los miembros del equipo a dedicar un tiempo suficiente cada año a un retiro, en pareja si es posible, para poder reflexionar sobre la vida en presencia del Señor. El retiro es un tiempo especial para detenerse, escuchar y orar. Es una oportunidad para recargarse espiritualmente. También es un momento especial para un examen de sí mismo y de la propia vida en general – en particular, la dirección de su crecimiento. Este Esfuerzo pide a cada pareja que haga cada año un retiro residencial de al menos 48 horas, marido y mujer juntos en la medida de lo posible, como Cristo nos llama a hacer: «Venid vosotros solos a algún lugar solitario y descansad un poco». (Mc 6,31).